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SONORIDAD DE LAS RONCADORAS EN LA SIERRA NORTE DEL PERÚ: Comunidad de Ñahuín,Corongo, Ancash.

Actualizado: 14 jul 2023

Por: July Sánchez Fuentes

Músicos Chirocos en Corongo, Ancash.
Músicos Chirocos en Corongo, Ancash. (© Revista cultural Purunmarka)

Sobre los instrumentos musicales nativos en Ancash existe escasa información, pese a que la subsistencia en las zonas rurales expresa con justicia la demanda de una mayor atención. En el caso de la práctica cultural de las roncadoras y su articulación a los tiempos modernos, ésta constituye una forma de resistencia para la continuidad de la cultura regional. Asimismo, es la reafirmación de sus valores tradicionales. No obstante, en los músicos más jóvenes existe la tendencia a perder la memoria musical tradicional debido a que van incorporando en su repertorio la ejecución de un cancionero más moderno.


La roncadora es un instrumento musical que comprende como unidad complementaria, un pinkullo o flauta y un huancar o tambor grande, también llamado caja. Ambos elementos son ejecutados por el músico en forma melódica al mismo tiempo. Este instrumento de características ancestrales es propio de las diferentes zonas Alto Andinas del norte del Perú como Cajamarca, La Libertad, Huánuco y Ancash. De acuerdo a cada región este instrumento adquiere particularidades específicas distinguiéndose en su morfología como en los diversos modos de ejecución.

Maestro músico y artesano César Mori Minaya ( © Óscar Chambi Echegaray)

Los antecedentes históricos ubican al conjunto flauta y tambor tocado por un solo ejecutante como originarios de la Península Ibérica, probablemente, una invención medieval europea que se propagó con celeridad por los reinos cristianos. Al músico ejecutante se le conoíca como juglar, tamborino, danbolin o chunchunero hasta su moderna denominación: txistulari. Oportunas modificaciones técnicas y una nueva orientación musical, atribuibles al pensamiento ilustrado, lo situaron en las puertas de su actual naturaleza artística y acomodo social. Sin embargo, en la actualidad si bien no es un instrumento principal para el baile, ha conseguido conservar sus rasgos históricos enriqueciendo en su esencia musical situandolo en la actualidad como un importante símbolo del patrimonio inmaterial hispano.


Músicos txistulari,1908 (© Archivo Vasco de la Música)

Mapa de España y la presencia de la flauta y tamboril.

En el caso del Perú, existen también hallazgos de estos dos instrumentos musicales que componen la roncadora que pueden ser considerados como sus antecesores desde épocas precolombinas, consiguiendo mencionar el caso de los silbatos y tambores de arcilla de las culturas pre Incas como Nazca, Mochica o Cotosh se sabe de esta existencia por los descubrimientos arqueológicos y por las iconografías encontradas en los objetos sólidos.

Ejecutante de antara y tambor - cerámica Chincha

Músico - Cultura Mochicas - Museo Larco.

Entre los años de 1782 y 1785 el Obispo de Trujillo, Baltasar Martínez Compañón encomendó pintar 1300 acuarelas sobre costumbres de su jurisdicción, en las referidas danzas se encontraron veintiún acuarelas que representan a músicos ejecutantes en forma simultánea de la caja y la flauta.

Láminas, Obispo de Trujillo, Baltasar Martínez Compañón.


Asimismo, en las ilustraciones de Guamán Poma de Ayala se aprecian ambos instrumentos por separado, como por ejemplo: en los dibujos de la Fiesta de los Chinchaisuyo y Collasuyo y en otro apunte, donde encontramos un hispánico que aparece tañendo un pequeño tambor y sosteniendo con la otra mano una flauta.


GuamanPoma de Ayala. El Nueva coronica y buen gobierno


El Pinkullo

En cuanto a la transformación de ambos instrumentos, esta es observable a través del material empleado para su elaboración. Por ejemplo podemos mencionar que en el caso de la flauta o pinkullo se ha registrado en su construcción desde elementos como la arcilla, el hueso de animales, los caracoles, el carrizo, la madera hasta el uso de los tubos dúctiles. En el caso particular del pinkullo es elaborado con huarauya en la comunidad de Ñahuin, además durante los últimos veinte años la población de esta región ha estandarizado su tamaño. En el caso de las flautas o pinkullos que se usan para la ejecución de huaynos miden 56.5 centímetros, mientras que las que usan para la ejecución de melodías que acompañan las danzas tradicionales precisan una longitud de 49.5 centímetros. Otra característica es que posee tres agujeros de siete mm ubicados de la siguiente manera: dos en la parte frontal y uno en la parte posterior. El diámetro interior del tubo es de once mm y el exterior de veinticuatro mm. En cuanto a su clasificación según afinaciones están son nombradas como: “Primera”, “Segunda”, “Media segunda” y “Tercera”.


Músicos Chirocos (© Revista cultural Purunmarka)

La Caja

En lo que respecta al instrumento de percusión o membranófono, originalmente para su confección se usaba la madera proveniente de la corteza de árboles nativos como el maguey, el sauce o el eucalipto; actualmente este uso se ha sustituido por las planchas de triplay. En cuanto al revestimiento de la membrana que cubre la caja, básicamente, se empleaba el uso de cueros de carnero; hoy en día el cuero que se remoja en agua de cal para luego coserlo pertenece a animales como el chivo o la cabra, teniendo como consideración el opuesto complementario, es decir, el cuero del chivo “macho” para el “golpe” y el cuero del animal “hembra” esusada para el “retumbe”. Ostenta un diámetro de setenta centímetros y veinticinco centímetros de fondo; los “aros” que amoldan la forma cilíndrica son de tallo de “nunuma”, en el caso de los “templadores” que afianzan los “aros” estos son de algodón, fibra de penca o cabuya.



Sobre las nominaciones tradicionales

El nombre de roncadora que le asignan los pobladores a este instrumento, proviene como consecuencia del sonido emitido por ambos elementos que la conforman. En el caso del pinkullo por ejemplo, se considera que éste emite sonidos armónicos que producen entonaciones ásperas de ahí que le adjudiquen que el instrumento “ronca”. En el caso de la caja, el retumbe del golpe genera vibración de la cuerda ubicada en la parte media de la membrana o cuero, provocando un sonido de resonancia al que también reconocen como que “ronca”. En cuanto al músico ejecutante de estos dos instrumentos a la vez, se le conoce en esta región de Ancash con el nombre de Chiroco o Cajero. La forma de organización tradicional de estos músicos Chirocos era en pareja, los procesos de masificación de las fiestas en la actualidad han adicionado hasta en diez a doce Cajeros que al interpretar la música al unísono producen un incremento en la sonoridad rítmica y melódica.

De las formas musicales

Las roncadoras producen música en los diferentes acontecimientos sociales de la comunidad rural. Subsiste como música funcional para los rituales en las faenas agrícolas como por ejemplo la “relimpia de acequia” acompañando a los Jueces de agua; asimismo acompañan las festividades de construcciones de casa y se presentan escoltando las plegarias para los difuntos. Cuando actúan en reuniones familiares y actividades festivas de la región, lo hacen interpretando el repertorio de huaynos y chuscadas propio de los bailes colectivos. Distintos estilos musicales son las danzas costumbristas regionales como los Panataguas y los Shacchas los mismos que demandan la especialización de determinados modelos de pinkullos para cada una de las prácticas. Las roncadoras funcionan con autonomía en oposición a las bandas de músicos. Su articulación a los tiempos modernos es una forma de resistencia en la continuidad de la cultura regional y es la reafirmación de los valores tradicionales.


Fam. Mori y Fam. Minaya ( © Óscar Chambi)

Referencias:


Ansorena, José Ignazio. El Txistu Fuentes, Documentos sonoros, Repertorios en Eresbilde


Fuster, Jean; Chinchayhuara, Héctor. (2006) La roncadora, fuente de repertorio de música tradicional y recurso didáctico para la iniciación de la ejecución musical a nivel secundario. Tesis para optar el titulo de docente en Educación Artística. Especialidad de folklor, mención Música. Escuela Nacional Superior de Folklore José María Arguedas.


Guamán Poma de Ayala, Felipe. 1980. Nueva Crónica - Buen Gobierno. Siglo XXI Editores S.A. México.


Sánchez, Julia María (2010) Las Roncadoras de Ñahuín - Ancash: Memoria y resistencia cultural de nuestros pueblos. Revista Arariwa N°9. Dirección de Investigación. Escuela Nacional Superior de Folklore José María Arguedas.


Trevejo, Jorge. (2004) Etnomúsica de Corongo: Shajshas y panatahuas. CD grabación fonográfica.




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